martes, 10 de agosto de 2010

De peña… a furia.(Artículo escrito por Eduardo Martínez "el edu")

La furia caravaqueña esta compuesta por aquellas personas que, unidos por un sentimiento, animan a su equipo ganen o pierdan, dispuestos a darlo todo por el equipo y sobre todo, es reconocida por sus incansables ganas de animar.
A todas esas personas que se ven en el fondo derecho del Corbalan tiene su historia (dada desde mi punto de vista claro):

- Todo empezó cuando Jesús León llamó a un grupo de jóvenes un jueves a las 1:00 am, para irse a Valencia a animar al equipo (el autobús salía a las 6:00 am). Debido a la dificultad de encontrar a un improvisado grupo de aficionados, salimos en autobús rumbo a Valencia un pequeño grupo de alrededor de 20 personas. El equipo de enfrentaba contra Olot (Gerona), en un partido inolvidable con remontada incluida. En aquel momento, se empezó a respirar la emoción del voleibol caravaqueño. Remontando un 2-0 a 2-3 a favor del Club caravaqueño, los aficionados alli reunidos saltamos al campo para celebrarlo con el equipo.

A la siguiente temporada, vinieron refuerzos tanto técnicos como de jugadores. Quién le iba a decir a aquel entrenador con unos “kilitos de más” y que apenas hablaba español que Caravaca le iba a enamorar. Gracias a él, el voleibol caravaqueño sigue en pie. Tras 5 años en Caravaca, todo el mundo sabe de él, desde el más chico hasta el más grande, es un ejemplo de esfuerzo, constancia y dedicación.
Por mi parte fuiste, eres y serás un ejemplo, a pesar de los errores que cometí, gracias Eddy.

Esa temporada fue una de las mejores, ya que la afición se enamoró del voley, y tomó un gran cariño a los jugadores que completaban la plantilla. Fue un año duro, ya que hasta el último momento no sabíamos las posibilidades que tendríamos de subir, y si, se hizo realidad, ganamos el último partido y ascendimos a “Liga FEV”. Un momento inolvidable, de emociones, sufrimiento y de llantos de alegrías…y de penas. Los jugadores tenían que volver a su país y los despedimos con lágrimas a aquellos jugadores…que nunca volvieron.

Al año siguiente empezaba un nuevo reto para el Club Voleibol Caravaca, creando un equipo muy competitivo, que a lo largo de la temporada se fue consolidando, ahí empezaba lo serio. Eddy pasó al cargo de director deportivo (cargo que actualmente ocupa). Todas las caras eran nuevas, desde Chema Nicolás (entrenador), hasta buena parte de la plantilla de jugadores.

La afición colaboró en todo lo que podía: colocando alfombrillas negras (como pesaban…), cogiendo las sillas blancas y colocando de una en una en 2 filas a lo largo de todo el pabellón, en el equipo de música, colocando la red, etc etc. Y, en cada partido, nos colocábamos en el fondo de la pista del pabellón Jorge Vera, detrás de los tablones publicitarios, animando a nuestro equipo y “asustando” al rival. En los partidos importantes, el Jorge Vera era una olla a presión, algunos rivales obligaron al club a poner vallas de seguridad en un partido.
Y…como no, ganando el último partido, saltamos al campo, era una locura, el objetivo se había cumplido. OTRO ASCENSO MÁS.

Durante el verano de ese mismo año, empezaron los problemas económicos, con dudas si podría salir o no el equipo en SM2. Afortunadamente salió un equipo con el objetivo de la permanencia. Nos trasladamos al pabellón J.A. Corbalan, era totalmente distinto. Todos los aficionados nos dábamos por contentos con la permanencia en SM2, pero la junta directiva del club caravaqueño nos tenía guardada una sorpresa, y, empezando a soñar cada partido, y, otra vez en el último partido, nos teníamos que frotar los ojos para creernos que el club tenía posibilidades de ascender a la máxima categoría del voleibol en España. La preocupación era que el calendario coincidía con las fiestas de Caravaca, pero eso no fue problema, porque la gente, consciente de que era un momento único en la historia, lleno el Corbalán, una “bomba”. Y no nos despertamos del sueño porque, de nuevo, habíamos ASCENDIDO. Increíble, pero cierto.

Y…de todos los aficionados, hubo uno, que le echo un par de narices (por no decir otra cosa), (Gracias Pablo), y creó junto con Eddy ( el inventor del nombre): “LA FURIA CARAVAQUEÑA”. Gracias a todos los componentes de la furia por vuestro compromiso y dedicación, gracias a vosotros hemos animado todos los sábados en el Corbalán. Y os pido un esfuerzo a todos este año especialmente, porque el grupo sigue para adelante y… promete, lo dejo ahí, que no quiero hablar de más…
¡GRACIAS A TODOS!


GRACIAS A TÍ EDU CABRONAZO POR SEGUIR CON NOSOTROS Y DEJARTE EL PELLEJO POR EL EQUIPO;)

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