Hace cinco años

Cinco años, si nos remontamos atrás, tan sólo cinco años y preguntáramos a varios miembros de la furia y del voley en caravaca que pensaban entonces, aquellos niños que estaban empezando a jugar al voleibol, que estaban comenzando a comprender que el voleibol no era solo un juego en el que existía un toque de antebrazos y otro de dedos, sino que se trataba de algo más.

Hace cinco años el voleibol en caravaca comenzó a significar algo más que eso, dejó de ser esa actividad extraescolar para los chicos de caravaca, empezó a ser un sentmiento, un sentir común que por aquel entonces empezó a emocionar a más de uno, cuando nos comprábamos nuestros primeros balones para jugar con los amigos, cambiando los partidos de fútbol en el parque por divertidos "ataque y defensa".

De repente nos encontramos con un ascenso, el primero, a nadie se nos pasó por la cabeza entonces que el CV Caravaca iba a seguir haciendo historia. Ibamos por aquel entonces al Pabellón que vió nacer el voleibol en Caravaca, el Jorge Bera...aquella moqueta en el suelo para que las sillas que poníamos no rayasen la pista, aquellas tardes de ir tres horas antes del partido a montar la pista, las sillas, las moquetas, los altavoces, las pancartas. ¿ Quién de aquellos inicios no recuerda a una veintena de niños con el micrófono cantando durante el partido para animar el ambiente? ¿ Quién iba a decir que la mayoría de esos niños seguirían hoy día en una esquina del Corbalán dando aliento al equipo en esos emocionantes partidos?

¿Quién puede olvidar aquellos maravillosos cuatro ascensos seguidos?, aquellos inicios de temporada, en los que año tras año veíamos caras nuevas que no querían perderse el jolgorio que significaba aquel nuestro sábado de voley. Y por supuesto quién puede olvidar la llegada a Caravaca de aquel maravilloso "hombre niño", que quizá si le llamase edvaldo carvalho mucha gente desconocería, pero si dijese que se trata de eddy a muchos se nos dibujaría una sonrisa en la boca, aquel "hombre niño" que nos enseñó a amar el voleibol, que nos enseñó a jugarlo y a disfrutarlo y que se ha hecho con la amistad y la simpatía de toda esta familia del voley caravaqueño.

Hace cinco años, todo esto era un simple sueño de "niños" que ponía la semilla de lo que hoy podemos llamar nuestra realidad, o mejor dicho, nuestro sueño hecho realidad, aquellos niños que hoy están chillando en la grada o jugando con el equipo, y con niños no me he querido referir sólo a aquellos chiquillos que empezamos a jugar a voleibol en caravaca, si no a todos los que algún día hace cinco años soñábamos como niños por algo parecido a esto.

Por eso puedo decir convencido hoy, que va a costar mucho robarnos este sueño. GRACIAS A TODOS LOS QUE LO HACEN POSIBLE